Lo único seguro, es lo inseguro

Lo incierto nos pone incómodos. La vida no da garantías de nada…a nadie. Y aunque hay muchos que  se quedan helados frente a la incertidumbre y paralizados ante la idea de un futuro sobre el que no tienen el control, y del que muchos prefieren ni hablar, hay otros que en cada variable que les presenta la vida encuentran una nueva posibilidad; y si bien cada posibilidad es una incertidumbre, para ellos, cada incertidumbre es una oportunidad.

Para estas personas lo incierto, precisamente por ser inevitable, se convierte en el motor que los impulsa a nuevos desafíos. Les otorga el permiso para equivocarse y aprender del error. Los libra de ser esclavos de las expectativas y de los resultados, alivianando su marcha y sus apegos.

Precisamente, la aceptación de su vulnerabilidad, de su propias limitaciones, los vuelve dóciles al aprendizaje al que nos arroja la incertidumbre: ven la oportunidad de prepararse mejor, de buscar el mejor de los consejos, la oportunidad de conocer a otros con sus mismas inquietudes y de compartir experiencias. Entusiastas, innovadores y valientes, estos emprendedores se atreven a vivir lo incierto como un gran desafío personal; se atreven a arriesgar sus creencias, sus metas y su pensar, en pos de achicar la brecha entre lo que hoy es y lo que ellos sueñan que sea.  La conciencia de su propia vulnerabilidad los aleja de la postura necia de aquellos autosuficientes que creen no necesitar de nada ni de nadie porque… “mirá lo que he logrado” . Estos emprendedores comparten éxitos y fracasos por igual; ya que ambas instancias son oportunidades de acercarse, un poco  más, a sus sueños.

Su fortaleza no radica en los resultados que consiguen, si no en el camino que recorren y cómo lo hacen.  Los resultados sólo les señalan si el rumbo que llevan es el que ellos están buscando. Su auténtica búsqueda va más allá de toda certeza. Precisamente los mueve el no apegarse a certezas y encontrar en  cada posibilidad  una excusa más para seguir buscando, para seguir creciendo y aprendiendo.

Hagamos las paces con la incertidumbre y hagamos que cada acierto y cada error valgan la pena, pase lo que pase.

Mercedes Funes

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