Una huella en el camino

Durante esta semana de recreativo viví experiencias inolvidables. Es una semana donde Dios nos llama para “amar y servir”, encontrarnos con él y renovarnos. “Amar y servir” es el lema de nuestra querida escuela donde “entramos para amar y salimos para servir”. Amar en cada oportunidad que se te presenta y servir en todo, sin esperar recompensas.

En esos días sentí en todo momento la presencia de Dios en cada acción que se realizó desde los niños a nosotros (los profes), hasta cada oportunidad de dar lo mejor de uno mismo con amor y no esperando a recibir nada a cambio. Cada uno dejó su huella en este camino. “Solo Dios puede dar amor, pero nosotros podemos enseñar a amar”. Escuché que alguien dijo “Sentí que estaba dando mucho, pero recibí el doble”, creo que a más de uno le paso lo mismo y esto es un regalo de Dios, siempre con Fe.

El recreativo se hace en la escuela San Roque Gonzalez (Benito Legerén, Concordia) que es un lugar mágico, lleno de paz y cómodo. Es un lugar donde uno siente la presencia de Dios con solo estar. Para los chicos de acá y para mí la escuela es lo más grande que hay, es nuestro hogar, al que siempre esperamos volver por todo lo que nos dio. Le doy gracias a mis padres por mandarme a esta escuela y por todo lo que hicieron en ella. Para los chicos de Santa Fe veo que en este lugar sienten paz interior y disfrutan cada momento cuando están ahí. Como dije, un lugar mágico donde uno se encuentra con Dios.

Al recreativo fui cuando era chico, como alumno. Después como ex-alumno, como profe, y este año me tocó vivirlo de otro punto de vista, desde la organización. Siempre intento dar lo mejor de mí, ayudar en lo que sea y seguir creciendo en lo que hago. Este es mi tercer recreativo, los dos primeros fui como profe donde sentí a Dios en lo que hacía, estuve más cerca de los niños y también misioné (algo que me costaba por miedo al rechazo, pero pude superarlo). Este año lo viví desde otro lado, a diferencia de otros años, pude observar mejor lo que todos hacían y ahí fue donde más lo sentí a Dios. Creo que este año fue donde me costó un poco más, pero doy gracias a Dios por el grupo que me tocó para afrontar estas cosas. Me costó más porque tuve muchas más responsabilidades, pero siempre con fe, las cosas salen bien. Este año no misioné, pero me quede en la escuela a seguir trabajando, donde puse un granito de arena en el lugar donde me dio muchísimo. Cuando se misiona, nadie está seguro de que le abran las puertas en las casas, se sale en presencia de Dios. En la misión, notas las presencias de Dios en el prójimo. En el grupo se notó lo que genera ir a misionar y lo que vivieron.

Los nenes siempre están esperando a que vuelvan los chicos de Santa Fe porque ellos disfrutan y se divierten al verlos. Hay varios que están marcados por algunas personas de Santa Fe, aunque sean muy chicos, se acuerdan. Con los profes de Benito también se divierten, pero los de acá lo ven más seguido. Debido a esto a los de Santa Fe lo extrañan más.

El grupo de recreativo estuvo conformado por chicos de Santa Fe, GIA Concordia y ex alumnos. Yo formo parte de los ex alumnos, y doy gracias por el grupo que me tocó, por todas las ganas que le pusieron, trabajando durante todo el año pasado y este, dejando muchas cosas de lado. Los chicos de Santa Fe también siempre con buena onda y con todas las ganas, dejando otras cosas de lado para venir. En cuanto a los GIA Concordia, la mayoría eran chicos nuevos, sin experiencia de recreativo, hicieron las cosas más que bien. Ellos eran encargados de comandar la misión que salió muy bien.

En el grupo hubo un ambiente muy lindo y sereno, un gran ambiente. Desde el primer día los chicos hablaron con personas desconocidas como si la conocieran de antes, en esto también me incluyo y eso fue lo que formo y unió a este grupo.

Vivir esto con amigos o con algún familiar es lo que más te llena.

Estoy seguro de que todos sintieron algo en esta gran experiencia, hay algunos que demuestran y expresan más fácil lo que sienten y a otro no, como yo.

Por último, quisiera quedarme con la frase de la remera que nos acompañó estos días:  “Ofrecer a los demás el don que nosotros hemos recibido para acompañarlos en el camino”. Esto que hacemos es un don que Dios nos regala, que deja una huella en el camino de nuestras vidas… Es un don que tenemos para compartirlo con las personas que se presentan en este camino…

Gracias por la semana que viví y por el grupo, espero seguir creciendo en lo personal y como grupo.

Mariano Tischler
Recreativo 2018 – Benito Legerén (Concordia, Entre Ríos)

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