Ayuno del daño a nuestra casa común

El Movimiento Católico Mundial por el Clima es una comunidad de miles de Católicos como vos, respondiendo al llamado a la acción del Papa Francisco en la encíclica Laudato Si’. Somos laicos, sacerdotes, religiosos, obispos y una red global de organizaciones católicas trabajando juntos contra el cambio climático, para proteger a la creación, a nuestros hermanos y hermanas en la pobreza, a a nuestros hijos y nietos.

Los fundamentos de nuestra preocupación se encuentran en las Escrituras y está fundada en la tradición de la Iglesia. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, los Católicos aceptan como verdad revelada que la creación y su orden es buena, que es un bien que debemos abrazar y cuidar. Esto ha sido sostenido en palabras y acciones por los líderes de la Iglesia a lo largo de dos milenios. En respuesta a lo que Dios le ha dado a la raza humana –aire puro, el agua para mantener la vida, el fruto de las cosechas de la tierra, y la generosidad del mar- somos llamados a honrar a Dios nuestro Creador por estas muchas bendiciones. Estamos obligados a respetar estos dones, que son para todas las personas. Por esta razón, el cambio climático es para los católicos una cuestión profundamente espiritual, ética y moral. Mientras que las discusiones sobre cambio climático implican el debate de teoría económica y pueden también involucrar cuestiones de políticas partidarias así como la acción de grupos de presión con intereses sectoriales y particulares, nuestro eje se ubica en las cuestiones morales y espirituales involucradas. El cambio climático se refiere a nuestra responsabilidad como hijos de Dios y personas de fe para cuidar la vida humana, especialmente las generaciones futuras, mediante el cuidado de toda la magnífica creación de Dios.

«El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper con las cadenas de la injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura?» (Isaias 58:6)

Como personas de fe, atesoramos la creación de Dios y buscamos proteger a quienes la comparten con nosotros, sobretodo a nuestras hermanas y hermanos vulnerables. Reconocemos que nuestro mal uso de la creación ha llevado a un sufrimiento trágico e injusto para las personas de todo el mundo.

En Laudato Si’, su carta encíclica sobre ecología, Papa Francisco dijo, “Esta hermana [la Tierra] clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla.”

Esta Cuaresma, nos arrepentimos y reflexionamos sobre la forma en que ocupamos nuestro lugar en nuestra casa común y dejar de causar daño a la creación.

Movimiento Católico Mundial por el Clima 
Campaña «Ayuno por la Creación»

Más información en https://catholicclimatemovement.global/es/

 

ayuno, compromiso, cuaresma, Laudato Si, medioambiente, papa francisco
Publicación anterior
En busca del amor
Publicación siguiente
Yo vengo a ofrecer mi corazón

Publicaciones relacionadas

keyboard_arrow_up