Creer en Jesús, creer en su proyecto, creer en nosotros mismos
¿No será aspectos de una misma opción?
¿Quién es Jesús sin su proyecto de Reino?
Siendo enviado y enviando a la vez
Ese Jesús que siendo Dios, se hace necesitado de ayuda
y asi se acerca pero ayudando.
Nos envía con lo mismo que nos da: su amistad.
Amistad, que suponiendo nuestra respuesta,
se va haciendo vitalmente mas cercana.
Un Jesús que sale de su eternidad para vivir
en paciencia con nosotros.
Tiene todo el tiempo para acompañarnos, para conducirnos.
Hasta es capaz de secarnos las manos,
cuando, a lo Pilato, nos las lavamos.
O de lavarnos los pies, cada vez que, como Judas,
lo traicionamos.Ese Jesús que no mira nuestras negaciones,
sino que mira que lo miremos.
Ese Jesús que nos desafia, porque sabe que es posible,
a celebrar la vida desde el compromiso y el riesgo.
Acercándose siempre y de muchos modos, muchos rostros,
para que no tengamos miedo.
Nos conoce, quiere que lo conozcamos,
quiere que nos conozcamos.
Asi encontrarnos siendo parte de su Proyecto,
Proyecto de eternidad que se hizo tiempo
y con el tiempo historia.
Historia escrita y escribiéndose a la vez,
desde la marginalidad y la exclusión,
llena de ternura y comprensión
¿Creer en Jesús?¿Creer en su proyecto?
¿Creer en nosotros mismos?
Es una única opción, es un gran manantial
que vuelve a brotar, con cada gracia, con cada libertad
y el amor entre ellas nace y crece.
Marcos Alemán, sj