Principio y fundamento de la vida,
eres Tú quien regala cada día
gracia tras gracia, del sol al ocaso
señalas el rumbo a avanzar;
eres puerto desde donde salgo al mar.
Tu amor me invita a desplegar las velas,
a levantar el ancla que impide zarpar.
Tu amor espera, nos llama y renueva
la promesa de un padre que nos quiere abrazar.
En medio del mar que amenaza
tu mano sostiene la esperanza.
Regalas la calma, la ruta hacia el Padre,
enciendes fuego en mi andar;
eres Cristo, compañero en el amar.
Tu amor me enseña a gastar la vida entera,
a remar mar adentro confiado en tu paz.
Tu amor entrega una madre para el mundo,
una estrella en los mares para tu rostro alumbrar.
Y cuando arrecien los vientos y me llamen de la costa,
cuando se cansen los brazos y el miedo me inhunde,
con tu gracia me mantendré rumbo a Dios.
Tu amor consuela, incendia y alienta,
soplo que empuja mi fuerza al cantar.
De ti venimos, contigo vamos,
hacia a ti vamos rumbo al hogar
Carlos Barria