Ante mis días tormentosos, Tus días propicios.
Ante mis manotazos de ahogado, Tu mano firme y siempre tendida que rescata.
Ante mis preguntas desordenadas, Tus preguntas precisas y certeras.
Ante mis encierros y cautividades, Tu invitación a salir.
Ante mis más densas sombras, Tu luz resplandeciente.
Ante mis penas y tristezas, Tu alegría inconmensurable.
Ante mis lamentos, Tus cantos de gozo.
Ante mis faltas y arrebatos, Tu compasión.
Ante mi sentirme abandonado, Tu compañía incondicional.
Ante mis olvidos, Tu memoria intacta y siempre nueva.
Frente a mis enfrentamientos, Tu abrazo que contiene y reúne.
Frente a frente.
Ante todo y todos.
Tú y yo.
Malvi Baldellou