La semana pasada fuimos con un grupo misionero a Benito Legeren, Concordia, donde hay una escuela y un hogar para adolescentes perteneciente a los Jesuitas, al cual ya hace muchos años va un grupo a realizar el “Recreativo” la última semana de Enero.
Tengo la suerte de ir a esta misión hace ya 4 años, donde puedo decir que cada año fue diferente y siempre me deja algo distinto. Como siempre se dice en todas estas experiencias en donde por lo general nosotros vamos a llevar a Dios con lo poco o mucho que sabemos y tenemos, pero volvemos llenos de Dios por lo que nos da la gente del lugar, muchas veces sin darse cuenta o sin pretenderlo.
Este Recreativo ya es algo especial en mi vida, ya se tornó como algo cotidiano en mi comienzo de año, es que es una semana única, donde ese Dios que nunca se deja ganar en generosidad, siempre sorprende con algo nuevo, cuando creemos que ya lo hemos vivido todo.
Los niños de la escuela primaria, quienes esperábamos todas las mañana, siempre llegaban a la escuela sin importar el calor, la lluvia o quiénes eran con los que iban a compartir toda la mañana, simplemente siempre daban una sonrisa, predisposición para lo que hagamos y cariño a cada uno de nosotros. Algo nuevo que se sumó este año fue pintar el hogar con los mismos chicos que viven ahí todos los días, una experiencia única, ya que se compartía toda la mañana con ellos y además se trabajaba duramente para dejarlo de la mejor manera.
Por la tarde, este año se salió a misionar por el barrio la gente siempre estaba predispuesta a abrir su puerta para compartir una charla o simplemente para escuchar lo que hacíamos, en muchas ocasiones nos ofrecían todo lo que tenían o más, por ej, dándonos las sillas que tenían y quedándose ellos parados o lo único que tenían para merendar lo compartían con nosotros. Gestos que siempre llaman la atención y que nos haría muy bien imitar en nuestro día a día, para ser un poco más como Jesús nos pide.
Muchas veces no alcanzan las palabras para poder contar todo lo vivido en una semana, simplemente la palabra “GRACIAS” no puede faltar y a la vez no deja de quedar chica frente a todo lo recibido. Todo el grupo enormemente agradecido al Colegio por estas oportunidades, al Padre Leonardo, quien es gran impulsor de esta escuela y actividad, a la gente de Benito Legeren, a nuestras familias por apoyar, a todos los que acompañaron en oración y por sobre todas las cosas a la Virgen de los Milagros y a Dios por darnos esta oportunidad, elegirnos y protegernos durante toda la semana.
Una misión que te llena de Dios, de alegría y te da fuerza para todo lo que resta del año; además de dejar muchas enseñanzas para nuestro día a día y nos compromete a ser misioneros en todos los ámbitos en los que vivimos.
Marcos Mendez
Recreativo 2016 – Benito Legerén (Concordia, Entre Ríos)