Grito, Señor, porque confío.
Grito porque espero.
Grito porque a veces temo.
Grito porque solo no puedo.
Grito porque me canso.
Grito porque ya muchos callan.
Grito porque alguien llora.
Grito porque nadie escucha.
Grito porque soy tu hijo,
Grito porque no hay palabras.
Grito porque somos muchos.
Grito, pero nunca solo.
Lleguen hasta Ti nuestras voces
para que venga a nosotros Tu Reino.
Amén.
Matías Hardoy, sj