María mediadora

 “Y Jesús le dijo: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en esto? Todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los que estaban: Todo cuanto les diga, háganlo.” Juan 2, 4-5

Y así, María, sin sentirse reprendida, no se echó atrás, al contrario, tomó fuerzas y se dirigió a los sirvientes diciéndoles: “hagan lo que Jesús les indique”.

María, mediadora e intercesora en nombre nuestro delante de Dios. Ella se pone entre su Hijo y los hombres, frente a sus sufrimientos y pesares. Se pone en medio, toma el papel de madre, al saberse madre del Hijo de Dios, tiene derecho de llevarle al Hijo las necesidades de los hombres.

María intercede por los hombres, media, nos acerca a su hijo, nos conduce y lleva a Él, nos hace de camino, un camino seguro y firme al andar, un camino que conduce a la Verdad, a la Vida, que lleva al Padre.

Es a través de María que Jesús viene a nosotros, es ella el camino que el Hijo y el Padre optaron para su irrupción en el mundo, y es también, a través de ella, que nosotros llegaremos al Padre.

Omnipotencia suplicante hacia la Madre porque ella habla con el Hijo, y Él nos sorprenderá. Que abriéndonos enteramente a nuestra madre, podamos llegar al Hijo, que sirviéndonos de ella como camino lleguemos al Padre. Que de todas nuestras aflicciones y pesares se encargue ella, como mediadora, como madre nuestra, como mensajera directa de su Hijo.

Priscila Torielli

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