Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos, que parecen tener ocho años; tengan trece;
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no:
Señor, perdóname por haberme aprendido a soportar el olor de las aguas servidas de las que me puedo ir y ellos no;
Señor, perdóname por encender la luz y olvidarme de que ellos no pueden hacerlo;
Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre;
Señor, perdóname por decirles no solo del pan vive el hombre, y no luchar con todo para que rescaten su pan;
Señor, quiero quererlos por ellos y no por mí. Ayúdame.
Señor, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos.
Señor, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame
P. Carlos Mujica