Mi experiencia en La Vuelta del Paraguayo, ese lugar al que llegas y te das cuenta que hay niños, adolescentes y adultos esperándote para ofrecerte todo su cariño.
Esta fue una jornada de medio día, una convivencia, con los chicos del Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ) de La Boca, Los Milagros, la Parroquia Jesús Resucitado y la capilla de los Santos Mártires Rioplatenses.
Nervios, alegría, ansias era solo un poco de todo lo que sentía cuando vine a este lugar, hasta que llegó el momento de presentar lo que había preparado para esta jornada, en ese momento se me vino a la mente dejarlo todo en las manos de Jesús mi gran compañero, al que puedo contarle mis tristezas y mis alegrías, el que siempre está ahí aunque no lo vea…
Finalmente animé a otros y me animé yo misma a poder dejar de lado el miedo de hacer reír, que puedan divertirse y jugar los chicos de las cuatro comunidades.
No lo hubiera podido lograr sin el apoyo de mis grandes compañeros, quienes me están formando como monitora y los que se están formando conmigo desde el comienzo. Jesús estuvo también ahí al lado mío como siempre.
Si hay algo que valoro mucho es el compañerismo en los grupos, reencontrarme con mis viejos amigos y conocer nuevas personas con las que quizá voy a compartir experiencias como esta y que mejor lugar que este, dónde vos sabes que tiran todos para el mismo lado, dónde ves el esfuerzo que hacen para preparar, participar o simplemente venir a uno de nuestros encuentros y digo nuestros porque es del mejino que viene a participar, es del monitor que preparo todo para el encuentro, es del animador que deja todo lo malo a un lado y se planta en el medio de una ronda y hace jugar a todos.
Esto es el MEJ, este es el movimiento que me lleva a ser quien soy hoy, y me forma espiritualmente para entender que clase de persona quiero ser mañana, este es mi lugar, mi segunda casa.
Gianela Fernández
Movimiento Eucarístico Juvenil
Parroquia Jesús Resucitado