A eso de caer y volver a levantarte
De fracasar y volver a comenzar.
De seguir un camino y tener que torcerlo
De encontrar el dolor y tener que
afrontarlo. A eso, no le llames adversidad,
llámale entrenamiento que te llevará a la
sabiduría.
A eso de fijarte una meta y tener que seguir otra
De huir de una prueba y tener que encararla
De planear un vuelo y tener que recortarlo
De aspirar y no poder, de querer y no saber,
de avanzar y no llegar.
A eso, no le llames castigo, llámale enseñanza.
A eso de pasar días juntos
Días felices y días tristes
Días de soledad y días de compañía
A eso, no le llames rutina,
llámale acumular experiencia.
A eso de que tus ojos miren
Y tus oídos oigan
Y tu cerebro funcione
Y tus manos trabajen
Y tu alma irradie
Y tu sensibilidad sienta
Y tu corazón ame
A eso, no le llames poder humano,
llámale milagro divino
y agradece haberlos recibido.
San Juan XXIII