Voy a mirar este día como si fuera el primero de mi vida.
Veré a las personas de mi familia con sorpresa y asombro, alegre por descubrir que están a mi lado, compartiendo en silencio algo llamado amor, muy mencionado, poco entendido(…).
Pasaré ante alguien que está intentando destruir un puente. Quizás intente impedirlo, quizás entenderé que lo hace, porque no tiene a nadie que le espere del otro lado, y de esa manera procura espantar su propia soledad.
(…)Cuando llegue a un poblado que ya conozca, entraré por un camino distinto. Estaré sonriendo, y los habitantes del lugar comentarán entre sí: “Está loco, porque la guerra y la destrucción volvieron la tierra estéril”.
Pero yo seguiré sonriendo, porque me agrada la idea de que piensen que estoy loco. Mi sonrisa es mi forma de decir: “Pueden acabar con mi cuerpo, pero no pueden destruir mi alma”. Esta noche me dedicaré a un montón de cosas que nunca tuve la paciencia de poner en orden. Y acabaré descubriendo que ahí está un poco de mi historia. Todas las cartas, todas las notas, recortes y recibos cobrarán vida propia y tendrán historias curiosas, del pasado y del futuro, que contarme. Tantas cosas en el mundo, tantos caminos recorridos, tantas entradas y salidas en mi vida.
Probaré el té que nunca bebí porque me dijeron que era malo.Pasaré por una calle que nunca pisé porque me dijeron que no tenía nada interesante. Y descubriré si quiero volver ahí (…).
Pues me olvidaré de todas las cosas que aprendí sobre las estrellas, y ellas se transformarán de nuevo en ángeles, o en niños, o en cualquier cosa en la que tenga ganas de creer en ese momento. El tiempo y la vida me dieron muchas explicaciones lógicas para todo ,pero mi alma se alimenta de misterios.
Por primera vez sonreiré sin culpa, porque la alegría no es un pecado. Por primera vez evitaré todo lo que me hace sufrir, porque el sufrimiento no es una virtud.
No me quejaré de la vida diciendo: todo es igual, no puedo hacer nada por cambiar. Porque estoy viviendo este día como si fuera el primero, y descubriré a lo largo de él cosas que jamás supe que estaban ahí. Aunque ya haya pasado por los mismos lugares incontables veces, y dicho “Buenos días” a las mismas personas, hoy mis “Buenos días”serán diferentes. No serán palabras educadas, sino una manera de bendecir a los demás, deseando que todos comprendan la importancia de estar vivos, aun cuando la tragedia nos ronda y nos amenaza.
Que me mire a mí mismo como si fuera la primera vez que estuviera en contacto con mi cuerpo y con mi alma. Que sea capaz de aceptarme como soy. Una persona que camina, que siente, que habla como cualquier otra, pero que, a pesar de sus faltas, tiene valor.
Que me admire de mis gestos más simples, como conversar con un desconocido. De mis emociones más frecuentes, como sentir la arena tocando mi rostro cuando sopla el viento que viene de Bagdad. De los momentos más tiernos, como contemplar a mi mujer durmiendo a mi lado (…). Y si estuviera solo en la cama, llegaré hasta la ventana, miraré el cielo y tendré la certeza de que la soledad es una mentira: el Universo me acompaña (…).
Y aunque éste sea mi último día en la Tierra, aprovecharé al máximo todo lo que pueda, porque lo viviré con la inocencia de un niño, como si estuviera haciendo todo por primera vez.
Paulo Coelho